Con motivo de la celebración del día Escolar de la Paz y la No Violencia, el alumno Bachir Daoudi Ouardy de 3º ESO B ha colaborado escribiendo sobre la figura de Malala Yousefzai,
premio Nobel de la Paz 2014. A continuación les dejo el texto
completo. Muchas gracias a Bachir por su esfuerzo y colaboración.
La vida de Malala Yousefzai
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Miércoles, 30 de enero
por Bachir Daoudi Ourdy
Se suele decir que en la sociedad actual es imposible que
una persona por si sola consiga cambiar las cosas, pero hay un adolescente pakistaní
que es la prueba viva de que si es posible. Se llama Malala Yousafzai. Le plantó
cara a todo un ejército y es la ganadora del Premio Nobel más joven de la
historia.
Malala, cuyo nombre significa “afligida por la pena” en el lenguaje
urdu, nació el 12 de julio de 1997 en el valle del río SWAT al noroeste de
Pakistán. Hija de Toorpekai Yousafzai y Ziauddin Yousafzai, tiene dos hermanos
pequeños: Atal Yousafzai y Khushal Yousafzai.
Sus padres, que dirigían una red de colegios, pronto
se dieron cuenta de sus capacidades y a los 10 años Malala ya hablaba tres
idiomas: Pastur, urdu inglés y quería ser médico, pero la política y los
derechos sociales eran su gran preocupación; así que su padre la animó a
convertirse en activista. Tenía un futuro prometedor por delante, pero en 2007
todo cambio para ella y su entorno. Ese año el ejército fundamentalista talibán
se hizo con el control de la zona donde vivía e impusieron sus normas prohibiendo
las actividades culturales como el baile y la televisión, y decidieron que las
niñas no debían asistir a la escuela destruyendo por ello centenares de
colegios femeninos. La población estaba amenazada de muerte y cada día aparecían
cuerpos decapitados en las plazas públicas. Ante esto, Malala no se escondió y dio un paso
adelante. Con 11 años y animada por su familia, Malala empezó a dar discursos
en varios foros sociales defendiendo el derecho de las niñas a la educación, y
participó en programas de ayuda para jóvenes estudiantes de la región. Hasta
llegó a salir en un debate de la televisión paquistaní proclamando: “cómo se atreven
los talibanes a quitarme mi derecho básico a la educación”. Con su esfuerzo
consiguió mucha difusión y se convirtió en una figura pública de la zona, pero
también atrajo la atención de los radicales talibanes.
En 2009 la redacción local de la BBC decidió buscar un estudiante del Valle de Swat para que escribiese un blog en su web explicando cómo era su experiencia. Escribía en papel sus post it y se los entregaba a escondidas a un reportero.
“Ayer tuve un sueño terrible, con helicópteros militares y
talibanes, mi madre me hizo el desayuno y me fui a colegio, tenía mucho miedo
porque los talibanes habían prohibido a todas las niñas que asistan al colegio.”
Como todos los martes Malala se dirigía en bus a la escuela, iba charlando de
los deberes con sus amigos cuando dos miembros del Ejército talibán pararon en
el vehículo y preguntaron por ella, le dispararon tres tiros uno de ellos en la
frente, quedó gravemente herida y tuvo que ser trasladada en helicóptero a un
hospital. Cientos de personas protestaron en las calles de su ciudad y la
noticia se extendió por todo el mundo. Contra todo pronóstico Malala consiguió
sobrevivir al atentado y fue trasladada a un hospital en Birmingham, Inglaterra,
donde retomó sus clases y empezó una nueva vida.
“Volver al colegio me hace muy feliz y mi sueño es que todos
los niños del mundo puedan ir a la escuela ya que es su derecho básico, aunque
todavía no consigo que mis hermanos hagan los deberes”.
Las noticias acerca de su valor se convirtieron en un
movimiento de apoyo internacional y en 2013 Malala habló ante las Naciones
Unidas, en Nueva York, y publicó su biografía “Yo soy Malala, la chica que se
levanto por la educación y fue tiroteada por los talibanes”. También pudo crear
su propia fundación junto a su padre e intentar ayudar a otras víctimas
infantiles como las niñas nigerianas secuestradas por el grupo Pokohara.
El mayor reconocimiento a su labor fue en 2014 cuando recibió
el Premio Nobel de la paz por su lucha por el derecho de todos los niños a la
educación.
Con solo 17 años, Malala se convirtió en la ganadora de el premio
más joven de la historia según la revista Time.
Hoy en día con 21 años Malala sigue formándose y luchando
por los derechos de miles de niñas en todo el mundo, aunque lo hace fuera de su
hogar porque su vida sigue amenazada por los talibanes.
Estoy seguro de que
no pierde la esperanza de poder volver.
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